Ir al contenido principal

Destacados

CADA PERSONA ILUMINA CON SU PROPIA LUZ

  Hoy, dos de febrero, es el día de Las Candelas, o La Candelaria.  Para los cristianos es el día de la presentación de Jesús en el templo y suele cerrar el ciclo de la Navidad, coincide cuarenta dias después del nacimiento de Jesús. Es un día de luces que iluminan el camino.  Cada persona tiene su propia luz y brillo,  fruto de sus cualidades , pero en ocasiones encontramos personas que se empeñan en apagar la luz de los que tienen a su lado para que ellos brillen más. Esta acción está respondiendo a una emoción negativa que se denomina ENVIDIA. Las personas que padecen esta "enfermedad llamada envidia", no viven en paz . Desde estas líneas recomiendo a cada persona, que aprenda a brillar con luz propia, que destaque por sus aptitudes y sus cualidades para no necesitar apagar la luz de otros.  Juntos, el espacio que nos rodea queda más iluminado.

LA INMADUREZ Y EL PODER

 

LA INMADUREZ Y EL PODER

Mi amiga Natividad me envió hace poco la reseña de un estudio publicado por la facultad de medicina de la universidad George Washintong, donde haciendo mención a otros del mismo tenor, se afirmaba que el cerebro adquiere su madurez o su mayor potencial entre los 60 a 70 años, debido, entre otras razones, a la capacidad de interactuar de los dos hemisferios cerebrales, así como al consumo de menos energía al concentrarse en los aspectos esenciales.

Sin embargo, al haberlo experimentado, dicha tesis no me resultó extraña, si bien no conocía su base teórico-científica; o lo que es lo mismo, me había dado cuenta pero sin comprender la razón, porque lo primero se experimenta con todo el cuerpo como vivencia,  y lo segundo se conoce con la mente, al punto de que a veces esta engendra un darse cuenta y a la inversa.

De igual forma, comprendí que la falta de madurez cerebral provoca  la insensatez de la mayoría de los jóvenes, que si bien ha existido desde siempre, (Platón decía que la mayor virtud de los jóvenes sería la sensatez si la tuvieran), en nuestros días se prolonga hasta bien entrada la edad adulta, a mi entender, por dos factores principales: la salida tardía del seno familiar, y el entorno de una sociedad presidida por una “falsa imagen de seguridad”, donde prima el placer o el disfrute, como elementos conformadores de una realidad que nos hace habitar  en una especie de limbo como sucedáneo de un  vivir consciente. Por dichas razones, partiendo de la expresión aceptada “la  función hace al órgano”, y ser el cerebro el elemento primordial de defensa del ser humano en relación al entorno, si  se encuentra protegido, no madura, (hoy los hijos suelen madurar cuando pierden a sus padres); y en sentido contrario, los ancianos tienen a su cerebro como el elemento principal de defensa, ya que su físico se encuentra disminuido.  

En la antigüedad, tanto los pueblos naturales como los culturales eran  gobernados o aconsejados por los más sensatos, los cuales solían coincidir con los mayores; como por ejemplo los romanos a través del senado cuyo significado es asamblea de ancianos. Sin embargo, hoy nos gobiernan personas inmaduras, quienes parangonado a Sócrates son incapaces tanto de grandes maldades como de grandes bondades, porque la insensatez es mediocre. 

Sin embargo, conviene no engañarse, porque es la madurez cerebral de los ancianos quien verdaderamente ejerce el poder. La de aquellos que representando la estructura mental dominante presente en cada uno de nosotros, tienen el dominio de la acción y lo ejercen en su provecho, porque al igual que en todos los tiempos, el verdadero poder  se ejerce a través del  desamor, del miedo, y nunca puede verse.                        


JMC

Comentarios

Entradas populares