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LOS INMIGRANTES HOY Y MAÑANA.

De todos es conocido el problema que se está generando entorno a la llegada masiva de inmigrantes. En las noches de luna llena las costas de la Península Ibérica y las Insulares, son el objetivo perfecto para lanzarse en patera al mar desde las playas africanas. Arriesgan su vida ante la d esesperación y precariedad que viven en su país sin olvidar el temor a perder su vida por las consecuencias de la guerra y de las mafias. Otros inmigrantes llegan a los aeropuertos más importantes procedentes de  los países latinoamericanos y europeos. Los inmigrantes vienen buscando unas mejores condiciones de vida, la mayoría quiere trabajar para poder enviar dinero a sus familias de origen, pero se encuentran con tantas dificultades burocráticas y que caen en la desesperación. Si la contratación fuera rápida, este gran número de trabajadores cotizarían a la Seguridad Social y ellos tendrían las garantias laborales y sociales que necesitan, pero la realidad es que los que tienen la suerte de obt

LAS ABARCAS DESIERTAS, MIGUEL HERNÁNDEZ




PEPA AGUSTÍN


Pepa Agustín González recomienda esta carta a LOS REYES MAGOS de Miguel Hernández.
Sería muy bueno  que se la leyéramos a los niños.
A los lectores de quitalamordaza.com los invitamos a reflexionar.
Gracias Pepa por enriquecer este blog con tu hermosa aportación.




LAS ABARCAS DESIERTAS. Miguel Hernández

  Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.

  Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

  Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos, 
siempre penas y cabras.

  Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río,
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.

  Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.

  Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

  Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.

  Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.

  Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de miel.

  Por el cinco de enero,
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.

  Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.

        De Otros poemas del ciclo de
"Viento del pueblo". En Viento del pueblo.



Publicado este poema el 2 de enero de 1937 en Ayuda, Semanario de la solidaridad, núm. 36, Madrid. El poeta colabora con   la campaña de Socorro Rojo en beneficio de la infancia recogiendo  donativos y juguetes.
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