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EL VALOR DEL TIEMPO

¿Cuánto vale nuestro  tiempo?   Cuantificar el valor es imposible porque para cada persona es diferente dependiendo de su escala de valores o de las necesidades.  Me gustan las personas que saben dedicarse tiempo para ellas mismas y para su familia y amigos. Vivimos en una época en la que todo pasa muy deprisa no sabemos parar ni un minuto, nos introducimos en la rueda de la inercia que nos lleva a una velocidad de vértigo.  El día tiene 24 horas y algunos dicen que necesitarían  30. Me gustaría que reflexionáramos sobre una buena planificación y organización de actividades y observar los buenos resultados. Eliminar las cosas superfluas que nos roban minutos, hora s, como puede ser el enganche a las redes sociales , es otra manera de aprovecharlo. Las personas mayores en ocasiones se suelen arrepentir de no haber pasado más tiempo con los familiares y los amigos y haber dedicado mucho más de lo necesario al trabajo.  No esperemos a ser mayores para disfrutar y dedicarnos tiempo a  no

Los Cambios Son Necesarios


Todos conocemos las palabras de Albert Einstein: "si quieres resultados distintos, no hagas siempre los mismo", pero no las tenemos en cuenta ante las adversidades o el desarrollo personal y profesional.

El progreso exige cambios que obligan a la adaptación, por ello nuestros pensamientos y actitudes deben cambiar en busca de un mejor camino para alcanzar nuestros deseos y objetivos. La evolución que nos ha traído hasta donde estamos se ha debido al esfuerzo e imaginación de personas que han luchado por lo que, en cada momento, han creído, buscando un futuro mejor.

Si queremos que las cosas cambien debemos afinar nuestra creatividad. Los resultados que obtenemos, como consecuencia de nuestras acciones, ponen oportunidades nuevas en nuestro camino que necesita otras formas de andar. La vereda trazada durante nuestra vida sirve para recordar nuestra historia y no tropezar en la misma piedra; las nuevas piedras que encontremos debemos sortearlas de diferente forma aprovechando el conocimiento y experiencia del que disponemos. Cualquier otra cosa que no nos permita avanzar se llama involución.

La adaptación a los cambios se consigue desviándonos de nuestra cultura, actitud y pensamiento de manera más o menos intensa, aportando imaginación y arriesgando ante la incertidumbre.

¡Recordad aquello de... año nuevo, vida nueva!

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