Ir al contenido principal

Destacados

DESMOTIVACIÓN LABORAL.

  Estos días se está hablando mucho sobre el salario mínimo , de su subida, de si llega a todos los que lo necesitan, de si hay que repercutir el IRPF, en definitiva, nos están bombardeando y tejiendo una tela de araña para distraernos y no entrar en la verdadera raíz del problema. La mayoría de los trabajadores altamente cualificados y con experiencia se encuentran desmotivados por las circunstancias laborales a las que se ven sometidos. Los que tienen la suerte, si es que se puede llamar así, de contar con un puesto de trabajo en una empresa , no se siente bien pagado y mucho menos valorado. Los más veteranos, ven como algunos de sus compañeros con una amplia experiencia de años trabajados, s on despedidos y reemplazados por jóvenes a los que no les queda más remedio que optar por esos puestos, pero con unos sueldos mínimos, que no les alcanza a fin de mes generando no solo desmotivación ,  también apatía y depresión. España es un país de funcionarios porque ofrece...

¡Todo es un Desastre! Las Reflexiones de un Humilde Autónomo.


No oigo más que críticas y malos augurios. Los planes que se proponen son todos ruinosos, pero no he leído, ni oído, aunque probablemente exista, contrapropuesta alguna que ayude a resolver la intensa crisis que vivimos. Hoy más que nunca se necesita valentía por parte de todos los actores sociales para resolver un problema que nos ha caído encima sin esperarlo, del que aún se desconoce su origen, quizá porque no hay interés en que se conozca.

Todos miramos al gobierno esperando que resuelva nuestras particulares desgracias con su varita mágica, olvidando que no nos gusta pagar impuestos, cada uno según sus posibilidades; que no queremos asumir unos riesgos que ayudarán a crecer y mejorar la sociedad y que son inherentes a la propia vida.

Corren malos tiempos, en los que veo que aquellos que más tienen son los que más piden afectados por la amnesia de los brutales beneficios obtenidos en ejercicios anteriores y que ahora, de repente, han desaparecido.


No hay peor situación que aquella desconocida y sobrevenida, pues no hay oportunidad de tomar decisiones consistentes y esperanzadoras, estando obligados a utilizar el método de ensayo y error, adquiriendo así la experiencia necesaria para superarla.

A mi solo se me ocurre tener paciencia y solidaridad, aportando lo que cada uno pueda de acuerdo a sus posibilidades. Son tiempos de sacrificio para todos, en especial de aquellos que más han recibido, ya que tienen que ser conscientes de que sin las personas cualquier proyecto va al fracaso, como nos ha demostrado el confinamiento: no hay gente, no hay negocio. Son tiempos de negociación en las que la premisa de partida es: todos, sin excepción, estamos perdiendo.


Comentarios

Entradas populares