Ir al contenido principal

Destacados

COLORES DE PRIMAVERA.

Juan Carlos Pacheco Canadá  Elena Sanz  Valladolid Pepita Rollo Santiago de Compostela  Marina Rodríguez Cabrerizos Alejandra  Madridejos Evaristo San Vicente Soto Serrano  Mercedes Fuentes. Salamanca Ángela Escribano Madridejos Paquita Pascua Mieza. Pilar López  Arribes del Duero Rafi Jiménez Soto Serrano  Facunda Mora López Madridejos  Jesús Zamorano Madridejos María  Toledo Elena Alcántara Majadahonda  Carmen Elena Linares de Río Frio Angela Escribano. Madridejos Pepita Rollo. Santiago de Compostela  Magdalena Fraile Calzada de Valdunciel Nati Cabezas  Toledo Carmen González Salamanca María Hernández Asturias Carmen Camarada. Salamanca  Tomás Santana Gran Canaria Antonio Hernández Helechos de ventana y flor de escarcha. Canadá Romina Florencia Cabrera Argentina Evaristo San Vicente. Soto Serrano María Muñoz El Pedroso. Sevilla Parque de Las Salesas. Salamanca Ribera  Sacra. Loli López Bernabé. María Jesús Pórtela. Mozarbez Salamanca Imelda Sánchez. Carbajosa. Salamanca Elena Diego.

¡Todo es un Desastre! Las Reflexiones de un Humilde Autónomo.


No oigo más que críticas y malos augurios. Los planes que se proponen son todos ruinosos, pero no he leído, ni oído, aunque probablemente exista, contrapropuesta alguna que ayude a resolver la intensa crisis que vivimos. Hoy más que nunca se necesita valentía por parte de todos los actores sociales para resolver un problema que nos ha caído encima sin esperarlo, del que aún se desconoce su origen, quizá porque no hay interés en que se conozca.

Todos miramos al gobierno esperando que resuelva nuestras particulares desgracias con su varita mágica, olvidando que no nos gusta pagar impuestos, cada uno según sus posibilidades; que no queremos asumir unos riesgos que ayudarán a crecer y mejorar la sociedad y que son inherentes a la propia vida.

Corren malos tiempos, en los que veo que aquellos que más tienen son los que más piden afectados por la amnesia de los brutales beneficios obtenidos en ejercicios anteriores y que ahora, de repente, han desaparecido.


No hay peor situación que aquella desconocida y sobrevenida, pues no hay oportunidad de tomar decisiones consistentes y esperanzadoras, estando obligados a utilizar el método de ensayo y error, adquiriendo así la experiencia necesaria para superarla.

A mi solo se me ocurre tener paciencia y solidaridad, aportando lo que cada uno pueda de acuerdo a sus posibilidades. Son tiempos de sacrificio para todos, en especial de aquellos que más han recibido, ya que tienen que ser conscientes de que sin las personas cualquier proyecto va al fracaso, como nos ha demostrado el confinamiento: no hay gente, no hay negocio. Son tiempos de negociación en las que la premisa de partida es: todos, sin excepción, estamos perdiendo.


Comentarios

Entradas populares