Ir al contenido principal

Destacados

50 AÑOS DE AMOR ENTRE JUANJO Y MARI SOL

 Este año Juanjo y Mari Sol han tenido la dicha de celebrar sus bodas de oro junto a su maravillosa familia. Han renovado los votos y promesas que se dieron y así demostrar a todos, que cuando el AMOR está en lo más alto de la escala de valores,cualquier dificultad es posible superarla. Toda la familia se reunió en la casa rural: Los Lebreles Namasté para compartir con esta pareja la felicidad que ellos han sabido transmitir a todos y que con su ejemplo de luchadores, han logrado infundir en sus hijas, la alegría de saber disfrutar de la vida. Ellas en esta ocasión han recordado la boda de Juanjo y Mari Sol con detalles muy significativos como los colores de la decoración,  a la que se prestaban los jardines, pero también destacando: el blanco como símbolo de pureza y haciendo un guiño  a la nevada que les sorprendió el dia del enlace y al bote de pintura con el que los recién casados iniciaron su luna de miel, pintando su vivienda en Valladolid. El blanco, también, como símbolo de

LA REBELIÓN DE LAS MASAS POR J.M.C.




 LA REBELIÓN DE LAS MASAS

Esta famosa obra escrita hace de más ochenta años por el genial filosofo-sociólogo Ortega y Gasset, nunca ha estado más vigente que en la actualidad.

De ella puede decirse que se adelantó a su tiempo, o que su tiempo sigue siendo más o menos el de ahora en lo esencial, y también, que en ella percibí cuando siendo todavía un niño la leí, un halito de desprecio hacia el pueblo de parte de alguien que no podía comprenderlo en la medida que nadie puede entender lo que no siente, ni sentir algo que no experimentó. Una teoría en la que casi estoy de acuerdo con los psicólogos.

Pues bien, yo que vengo del pueblo pero no lo soy aunque me hubiera gustado serlo, que fui marino muchos años llevando al extremo esa  realidad de ser y no ser al mismo tiempo de la tierra ni del mar,  puede contemplar el desarrollo de las cosas desde afuera, como alguien que las mira desde un tendido o desde una barrera.

Desde esa atalaya, en una época en la que se tenía más futuro que presente, puede observar el acercamiento paulatino al disfrute de bienes materiales de las personas de tierra con las que durante mis periodos de descanso tenía la oportunidad de convivir.

Hoy ese disfrute, ya posible, tangible, vivible, aunque solo lo sea para algunos, o algunas o pocas veces para muchos, es una consecuencia de la  rebelión del pueblo, que no fue, pero que reproduce haciéndola presente esa otra de las masas a la que se refería el filósofo.

Mientras, como resultado de esa “rebelión” limitada ligada al concepto de la imagen de las cosas que son y no son a la vez, solo queda de la real el predominio en lo social de la llamada cultura de masas, de un pueblo que no ha podido desarrollar todo su potencial al haber quedado reducido a la búsqueda del placer material, y a quien el poder, el verdadero poder, que él no detenta, le ha dejado solo eso, la apariencia grotesca del dominio de lo que se ve.

A su vez este fenómeno aparece unido a otros: al de la búsqueda del presente, o dicho de otra forma, del momento, que para mí tiene que ver con la pérdida del futuro ante la imposibilidad de establecer ningún dominio sobre él; al protagonismo de los comportamientos femeninos, que no debe confundirse con el protagonismo de lo femenino (que constituye la esencia mientras el primero es solo la imagen), por ser propio de este  la relación con el presente, mientras que lo masculino tiende al futuro; al predominio de lo banal como resultado de la conversión de todo en su imagen, que llega a confundirnos hasta el punto de hacernos creer que nuestro abandono de lo esencial se debe a una postura vital, cuando solo se trata de ignorancia u olvido ante su imposibilidad; a una sociedad objetisada como resultado final del apego a lo material; y finalmente, aunque podría enumerar más efectos, al desasosiego permanente, porque alguien nos hizo creer que la felicidad en vez de la ausencia de dolor o de la capacidad de soportarlo, consiste en algo que debemos alcanzar.


JMC

Comentarios

Entradas populares