HA FALLECIDO UN SOÑADOR Mi pequeño homenaje a D. Paco.
Este artículo lo escribí cuando él tenía 88 años.
Mi más sentido pésame a su extraordinaria familia.
Don Francisco González Peña estuvo veinte años de alcalde trabajando por su querido pueblo: Retortillo.
Él ha visto reformar y mejorar calles y espacios que hacen que en estos momentos cuando llegas a Retortillo encuentres un pueblo moderno, lleno de comodidades para que sus vecinos se sientan muy orgullosos de vivir allí.
Entre los sueños que un día tuvo D. Francisco fue el de levantar un museo tradicional en honor al “TÍO FREJÓN” extraordinario tamborilero hijo de la localidad. Está ubicado en los antiguos Toriles a los que no se les daba utilidad.
Cuando entras en el museo sorprende la inmensa recopilación de objetos del pasado: aperos de labranza , utensilios para fabricar queso, fotografías antiguas, aparatos de radios , un trozo de tubería de barro, que condujo el agua desde las zonas altas y sobre todo destaca en un lugar privilegiado, las fotografías del famoso tamborilero junto a sus tamboriles y gaitas.
Las explicaciones de D. Paco te hacen comprender el gran tesoro que esas cuatro paredes albergan.
Cuenta el ex alcalde que ese museo se ha levantado con la colaboración de todos los vecinos de la localidad, aportando cada uno lo mejor, para que así a día de hoy todos sientan un gran orgullo de poseer una espléndida joya tradicional única en la provincia de Salamanca.
Retortillo es conocido por su balneario, famoso por las beneficiosas aguas para la salud, pero en la actualidad, su museo engrandece su valor.
Don Francisco es un hombre de baja estatura, pero de gran corazón. Durante sus veinte años de alcalde, pensó y trabajó para que su pueblo fuera un lugar de encuentro, donde los jóvenes que un día tuvieron que emigrar a las ciudades para poder estudiar y trabajar, hoy regresen a construir sus segundas viviendas, que ocupan en verano y algún que otro fin de semana, sin olvidar sus estupendas fiestas. Esta nueva generación puede sentirse muy orgullosa de este gran hombre, que no cesó ni un momento, mientras duró su mandato como alcalde, de pensar en transformar Retortillo en un pueblo acogedor y cómodo para vivir.
El gran sueño actual de D. Paco, como a él le gusta que le llamen, es disfrutar junto a su esposa Agustina, de la convivencia de sus cuatro hijas y sus cinco nietas. Hablan de ellas con cariño y admiración. Ambos se sienten felices de haber formado una gran familia, que les regala lo mejor que se puede esperar a su edad: Cariño y dedicación.
En estos tiempos en los que muchos ancianos se sienten solos y abandonados, es de agradecer la bendición que tanto D. Paco como Dña Agustina tienen.
Desde estas líneas animo a este gran hombre a que siga soñando y que no deje de aconsejar a las nuevas corporaciones municipales para que se nutran de su amplia experiencia como alcalde.
D.E..P
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