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LOS PEQUEÑOS DETALLES QUE HACEN LA VIDA MÁS FÁCIL.

  Pasamos por la vida con tanta prisa que no nos paramos a contemplar la infinidad de pequeñas cosas, detalles y gestos que nos rodean. En ocasiones nos dejamos arrastrar por la excesiva información que nos bombardea por todas partes: redes sociales, publicidad, medios de comunicación etc. La mayoría de las veces c onsumimos noticias basura que alimentan los encuentros y conversaciones con las personas del entorno. Hoy me levanté creativa y dejé de lado la intoxicación mediática y pasé a la contemplación , descubriendo que a mi alrededor cuento con tanta belleza natural que fortalece mis sentidos y me facilita paz y tranquilidad. Salamanca es una ciudad maravillosa de la que todos los visitantes se van fascinados , pues invito a que pasees por ella con conciencia, descubriendo rincones y detalles en los que tal vez nunca te hayas percatado. El río Tormes tiene unos paseos ahora en otoño , que parecen de película, puedes hacer fotos y crear un álbum o sencillamente siéntat...

ESTE RESTAURANTE NO ES EL PATIO DEL COLEGIO.




Hace pocos días un amigo  me pidió que escribiera sobre este tema: El comportamiento de los niños en los restaurantes.


Muchos padres salen a comer a restaurantes con sus hijos y en ocasiones se reúnen con otros amigos que a su vez llevan a sus hijos.


La verdad que es muy bonito cultivar la amistad y disfrutar de ella. Las reuniones de amigos ayudan a perder el estrés, a compartir los problemas a buscar soluciones entre todos, todo esto está fenomenal. 


Si observas a estos grupos en los restaurantes te das cuenta que la mayoría son muy felices y se olvidan, entre platos, vinos, cervezas y chupitos de que llevaron un puñado de niños que en cuanto terminan el filete con patatas fritas y se comen el helado, se apoderan del espacio del comedor como si se tratara del patio del colegio. Corren, gritan juegan al pilla pilla entre las mesas, se tiran al suelo con el peligro de que el camarero tropiece y derrame  la comida encima del niñito, que inmediatamente va corriendo a llorarle a sus papás. Con un poco de suerte ese camarero no recibirá una bronca, pero en la mayoría de los casos, sí.


¿Qué está sucediendo en nuestras familias?


¿Ya no se enseñan modales de comportamiento?


Algunos padres se creen que porque paguen una generosa factura por esa comida de grupo, tienen adquirido el derecho de guardería y si sus hijos molestan al resto de comensales, que se aguanten.


Me niego rotundamente a estar en un restaurante donde no puedes comer con tranquilidad. 


Recomiendo a esos padres que elijan locales que ofrecen servicios de parque infantil en el exterior y sobre todo que enseñen a sus hijos unas normas mínimas de comportamiento ante la mesa y respeto hacia los demás.


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